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Any 1880 a 1889:
Està documentat que l'any 1884 van ballar a Mollet el Ball de Gitanes de Martorelles, Montmeló, Parets del Vallès i Mollet del Vallès, sent la ballada més antiga que es té coneixement.
D'aquesta forma ho explica Jaume Maspons i Camarasa (Granollers 1872-Barcelona 1934) que l'any 1907 publica un estudi sobre el Ball de les gitanes en el Vallès:
"El ball se fa a la Plaça Major del poble, teulades y terrats s’omplen d’espectadors, que ademés formen atapahides rodones al vol de la plaça; però com que en alguns punts el públic és tant nombrós, se guarneixen bastides y taulons, fent-se pagar un tant del seient. A Mollet hi ha hagut anys que han presenciat la festa més de tres mil persones...
Les Gitanes se ballen sempre a la tarda, desde les dues fins que es fa fosc, presentant-se quatre, sis o més colles. Algun any a Mollet se n’havien presentat més de vint i, en aquest cas, l’espectacle durava tot el dia..."
Any 1890 a 1899:
Any 1900 a 1909:
Any 1910 a 1919:
Any 1920 a 1929:
El mes de febrer de 1928 Carles Pericas i Elias redactava un artícle en La Vanguardia que feia referència al Ball de Gitanes a Mollet:
"El interesante y bonito artículo publicado por el señor Serra y Boldú. referente a los «Ballsde gitanes», particularmente a los que ha visto en Mollet por 2 años consecutivos, me ha inducido a coger la pluma para anotar algunas particularidades observadas en las «colles» de los pueblicillos del nordeste de la comarca.
Si bien el «Ball de gitanes» es costumbre general en el Valles, en unos lados de la comarca se baila más que en otros, no siendo en los pueblos cercanos al Montseny donde el entusiasmo se halle aminorado. Al contrario, lo bailaron antiguamente con ardor, y contribuyeron al despertar que actualmente se nota con una fe y un entusiasmo que nada tiene que envidiar a nadie. As vemos que en el carnaval de este año ha habido tres «colles» en la diminuta villa de Palautordera, otras tantas en la de Cardedeu, no habiendo faltado «gitanes» en Llinás y San Celoni.
En el fondo, los bailes, en toda la comarca son los mismos, sin diferencias esenciales que los disfiguren, como también es el mismo el ambiente popular y típico en que se desenvuelven. Las particularidades observadas más bien se refieren a la indumentaria
de las «colles», con un concepto que debe ser laudatorio en favor de los pueblecillos
citados. Mientras en las «colles» vistas en Mollet, como dice muy bien el señor Serra y Boldú en su artículo, las chicas visten de señoritas, en las del alto Valles iban con trajes más apropiados, vistosos y ricos. En Cardedeu, el domingo de carnaval, tuvimos ocasión de ver que, a parte de los mantones (llevados también por las de Mollet) verdaderamente valiosos y en los cuales algunas echaron el resto, como se dice, todas lucían trajes exprofesos para el baile, sobre todo con la falda exclusivamente para «gitanes», es decir
con muchos volantes y ancho vuelo, lo que obliga, además, dados los movimientos y evoluciones de la danza, a llevar buena ropa interior, que unas veces es del mismo color del traje y otras con puntillas y encajes que son un primor, según cuentan las comadres que son las que más se fijan y saben de estas cosas. Pero donde ni se nota la diferencia de indumentaria en las «colles» es en los hombres. Ni los de Cardedeu, Llinás y pueblos próximos tocaban su cabeza con barretina ni se la hemos visto nunca. Llevan un gorro o casquete duro, circular, un poco más elevado en su parte anterior derecha que va rematada por una larga pluma que contribuye a aumentar la airosidad del bailador. Cuando entran en la plaza, cogidos de la mano de su pareja, llevan también americana, pero van sin manta ni bufanda de ninguna clase. Al quitarse la americana para bailar lucen camisa blanca y del mismo color es el pantalón. Rodea su cintura una faja de seda encarnada con flecos en los extremos y encarnada es asimismo la corbata larga que todos llevan al cuello. El pantalón, en su parte inferior cercana al pié, va sujeto por unos «camals» de cuero llenos de cascabeles y completa su vestir unas alpargatas exprofesas adornadas con cintas, y lazos de colores. Como se vé, comparando el vestir de estas
«colles» con las de Mollet y sus contornos, se nota que tienen muchos más puntos de
contacto con las antiguas descritas por el folklorista señor Maspóns. El de los hombres
no es del todo el vestir clásico, pero se le parece mucho más, lo cual indica que en la parte alta de la comarca se conserva mejor la tradición. Lo que vimos en Mollet el lunes de carnaval donde también estuvimos y que por cierto nos chocó mucho, es ver bailar una «colla» (la «Colla del Burro de Parets), compuesta de hombres solos. Sería circunstancial tal vez, pero es el caso que se presentaron en la plaza sin bailadoras y así bailaron. Al verlo sacamos de su baile una fotografía que conservamos con curiosidad, tanto más cuanto que trasladados al alto Valles, el día siguiente, tratamos de indagar entre gente conocida si se había dado en la comarca esta costumbre alguna vez, y todos quedaron sorprendidos y extrañados de la pregunta y del hecho que les contábamos.
También en los pueblos de que hablo parece tener el «diablet» más importancia que
la que vimos en las «colles» de Mollet. Aparte de ser él quien con locas cabriolas abre la
marcha a la entrada y a la salida y de cuidar que la chiquillería (que por otra parte suele guardar una compostura insospechada como si contemplase algún rito religioso), no se acerque a los danzantes, tiene la misión, como los payasos en el circo, de entretener a las gentes mientras los bailadores descansan entre baile y baile. A veces los «diablets» son dos, y el año pasado tuvimos ocasión de ver a uno tocado a lo Charlot (el joven apodado Carió, de Cardedeu), que imitaba con mucho gracejo y perfección los andares y gestos del conocido actor cinematográfico.
Los «Balls de gitanes» dan a los pueblos del Valles una animación que sin ellos no
tendrían. No sólo concurren a verlos las gentes do la población, sino las de los lugares
cercanos e incluso de la capital. Durante los tres días, a aún a veces desde el jueves lardero, las «colles» van de unos pueblos a otros en visitas que se devuelven, y así la
animación perdura. Sin los «Biles de gitanes» el carnaval pasaría inadvertido o, cuando menos, sería una cosa vulgar, chabacana y estulta. He aquí por qué nos atrevemos a decir que este baile popular purifica los jolgorios de estos días. Por lo menos podemos asegurar que durante los «Balls de gitanes» nunca hemos visto aparecer por la plaza disfraces ni mamarrachos. Saben ellos muy bien que allí desentonarían por completo y no ignoran tampoco que, por otra parte, nadie les haría caso.
Any 1930 a 1939:
Any 1940 a 1949:
Any 1950 a 1959:
Any 1960 a 1969:
No es ballen Gitanes a Mollet.
Any 1970 a 1979:
Entre els anys 1970 i 1978 no es ballen Gitanes a Mollet.
L'any 1979 després de desaparèixer durant quasi dues dècades, el Ball de Gitanes va tornar a Mollet amb noves colles que, fins als nostres dies, han mantingut aquesta tradició.
Any 1980 a 1989:
Any 1990 a 1999:
Any 2000 a 2009:
La festa de Mollet; el Ball de Gitanes”, de l’Esbart Dansaire de Mollet, estrenat l’abril del 2004 per commemorar els 25 anys de la recuperació de les gitanes a Mollet. Foto: Mar Cercós.
Colla de veterans de l'Esbart Dansaire de Mollet.
Colla de grans de l'Esbart Dansaire de Mollet.
Colla jove de l'Esbart Dansaire de Mollet.
Any 2010 a 2019:
Ball de gitanes de Mollet. Any 2017.
El 7 d'abril de 2019 es van celebrar els 40 anys de la recuperació del ball de gitanes a Mollet, amb una celebració que va tenir lloc diumenge a partir de les 9 h a la plaça Major, i que va organitzar l'Esbart dansaire de la capital baixvallesana.
En la diada festiva amb elements històrics del Ball de Gitanes hi van participar les colles del Ball de Gitanes de Martorelles, Montmeló, Parets del Vallès i Mollet del Vallès, juntament amb altres entitats molletanes de cultura tradicional –gegants, castellers i diables–. Les colles de Ball de Gitanes són les mateixes que van participar el 1884 a la ballada més antiga de les que es té constància documental.
Any 2020 a 2029:
Avui en dia, el Ball de Gitanes de Mollet està constituït per tres colles de dansaires, els “petits”, els “joves” i els “veterans”.
- La colla dels ”Petits” està formada per una vintena de quitxalla des dels quatre fins els catorze anys i és on iniciem els més menuts en les nostres danses.
- La colla dels “Joves” està fomada per jovent des dels quinze fins als vint-i-dos anys, i és, per raó de la seva edat, la més vistosa de les tres.
- La colla dels “Veterans” la formen setze homes y dones i són els que mantenen més viva la tradició de les antigues ballades.
Bibliografia i fonts consultades:
Artícle La Vanguardia. 3 de març de 1928.
